La Montaña

Era un día muy frio, estaba nevando yo estaba de paseo en la cabaña de mi abuelo Domingo,  que estaba en las montañas, pero no me  gustaba ir con mis padres, no me dejaban ir a lo alto de la montaña,  mis padres convencidos me dijeron que pasaban cosas raras pero  yo no les creía, un día fui aquel lugar, era un lugar de muy difícil acceso y que lo conocían muy pocas personas , sin embargo  no me importo trate de entrar pero estaba muy bien cercado yo en ese momento pensaba que mi abuelo lo había cercado para no entrar salte aquel cerco me dio un poco temor porque está oscuro por los árboles inmensos y los  roqueríos camine un rato por aquel lugar, vi que salía humo entre los arboles me causo mucha curiosidad me acerque al lugar donde salía humo y para mi sorpresa había una casa, me oculte en la maleza. La casa era sencilla, parecía ser muy abrigada, en la parte de afuera había leña. De pronto se abrió la puerta apareció una figura, parecía que era un hombre con la cara tapada, qué  sabía que estaba ahí porque se fue directamente donde estaba yo gritando algo que no pude entender, me aterrorice de miedo y salí huyendo, cuando llegue al cerco salte y no medí ni cuenta como llegue al otro lado, corrí y corrí hasta que llegue a la cabaña, entre estaban mis padres y mi abuelo me vieron mi cara de miedo, me preguntaron que me había pasado,  no le dije nada y me fui hacia mi cuarto, me acosté en la cama y con mucho temor de que aquel hombre me hubiese seguido en ese momento me di cuenta que a mi ropa le faltaba un pedazo de tela pensando en eso me quede dormía.

     A la mañana siguiente al levantarme me di cuenta que mi abuelo Domingo se estaba preparando para salir, en unas bolsas estaba echando mucha comida pan, leche, mantequilla y muchas otras cosas, cuando salió de casa no se subió a la camioneta sino que iba a pie y eso me causo mucha curiosidad así que lo seguí, después de caminar un rato me di cuenta que iba hacia el mismo lugar que yo había estado el día anterior. Al llegar al cerco saco un pedazo de tela del alambrado en ese momento me asuste porque era la tela de mi ropa, en la tomo y la guardo. Paso el cerco y lo vi alejarse, yo corrí a esconderme en el mismo lugar del día anterior, mi abuelo llego aquella casa y para mi sorpresa el llego y entro, espere un buen rato y mi abuelo salió venia con las manos vacías, ese momento me hice varias preguntas .como  ¿Por qué mi abuelo llego y entro?, ¿Cómo se conocían?, ¿Por qué mi abuelo nunca me hablo de aquel lugar? y ¿Por qué volvió con las manos vacías?.lo vi alejarse y rápidamente corrí hacia él para hacerle aquellas preguntas, pero el solamente me miro y no me respondió nada. a los pocos días volvía aquella casa, en ese momento el hombre se encontraba a fuera y vi su cara muy deforme muy grotesca, me dio mucho miedo. Al poco rato de estarlo mirando el miedo se transformaba en pena y tristeza por él, observe su rostro más detenidamente, vi detrás de su fealdad mucha tristeza y soledad, en ese momento me encontré llorando y volví a la cabaña y esta vez haciéndome muchas más preguntas que antes. Me enfrente a mi abuelo y le pregunte quien era aquel hombre y porque se preocupaba tanto de él. Mi abuelo se quedo en silencio un momento y por primera vez vi que mi abuelo lloraba, le volví hacer la misma pregunta el me respondió que me iba a contar una historia. Aquel hombre que encontraste en aquella casa es mi hijo, hermano mayor de tu padre me asombré, me contó que cuando aquel hombre era pequeño todos se burlaban de el por su deformidad y mi hijo sufría mucho por las burlas hasta que un día decidimos con tu abuela Marta ocultarlo ante la gente y buscamos el lugar más solitario que pudimos encontrar y fuimos  y le hicimos una casa. En ese instante llegaron mis padres y preguntaron qué pasaba, los dos callamos, pero al insistir mi padre decidí contarle la verdad mi padre igual lloro.