VIAJE EN LA LITERATURA.

Liceo Pablo Neruda de Temuco.

Nivel tercero Medio Segundo Semestre. 
Profesora Mónica Moreno

1.EL VIAJE EN LA LITERATURA.

 Objetivos

1. Reconocer la importancia que tienen para la formación humana y para la cultura las obras literarias consideradas obras maestras de la literatura universal, y formarse una opinión personal sobre su valor y vigencia.

2. Comprender y valorar la diversidad de visiones de mundo y de modos de interpretar la realidad que esas obras ofrecen y la variedad de lecturas interpretativas que se han postulado para ellas en distintos momentos históricos.

3. Reconocer tanto la permanencia y transformaciones de elementos temáticos y formales, como los cambios estéticos en obras literarias de diversas épocas, identificando los rasgos distintivos de las principales épocas y períodos que se distinguen en el proceso histórico de la literatura.

4. Conocer el contexto histórico cultural de la época en que se producen las obras leídas, así como el de las distintas interpretaciones de ellas, para comprender o apreciar la variedad de posiciones estéticas, ideológicas, valóricas en que se fundan las diferentes imágenes de mundo e interpretaciones de las obras literarias leídas.


Sentido Del Viaje En La Literatura


Búsqueda de la verdad: realiza un viaje que puede permitir al ser humano encontrar, al final, la verdad o que es realmente importante.
Por Ej.: Díaz de vivad en el poema de Mío Cid.
Búsqueda de la felicidad: eterno tema en la vida del hombre, los viajes realizados pueden tener, como finalidad encontrar la esquiva felicidad.
Búsqueda de la inmortalidad: el ser humano a buscado incasable la forma de alargar su vida. La muerte, fin inevitable lo atemoriza y quiere evitarlo.
Descubrimiento de un centro espiritual: este viaje se unen al externo con lugares con gran energía, con el viaje interno que va señalando una persona.
Peregrinación y búsqueda de la tierra prometida: encontrar la tierra prometida es motivo de muchos viajes. Es en cierta manera encontrar el origen de nuestra vida se inicia solo con una promesa generalmente hecha por un dios y se recorre camino solo sostenido por la fe de que dicho lugar existe.
Rito de iniciación (Viaje mítico): corresponde a un viaje queda origen. Recordemos la mitología intentar de explicar el origen de nuestro mundo. Por Ej.: En 100 años de soledad de García Márquez, José Arcadio Buendia y su familia fundan Macondo.


Visión y Crítica Social (La moral en la vida Humana): Muchas veces, el viaje puede representar la excusa para que un autor muestre la realidad de su época, retratando las virtudes y visión que están presentes. De esta manera la obra puede ser considerada como un documento de critica social, que refleja muchas actitudes, costumbres y comportamientos que el ser humano esta estableciendo, algunos de los cuales puede no querer ver. Por Ej.: Lazarillo de Tormes.

TIPOS DE VIAJE

Terrestres, extraterrestre y sociable: es un viaje externo que permite conocer las distintas costumbres de los grupos sociales a los que se acceden. Por Ej.: las crónicas hispanoamericanas escritas S. XV y XVI.

Viaje interno: corresponde al que se realiza internamente e implica un cambio e n la forma de ser de la persona.
Viaje a los infiernos: puede referirse tanto a un viaje al lugar físico llamado infierno, como también a la caída moral del ser humano, que convierte su vida en un infierno. Por Ej.: Ulises en la Odisea.
Viaje a la muerte: Constante presencia en la vida humana es la muerte. El enfrentamiento a ella, tanto porque a nosotros debe ocurrirnos como a lo de un ser querido.

Formas discursivas:

Formas discursivas del relato de viaje: descripción de lo nuevo: el viajero claramente se presenta una detallada pormenorizacion de elementos desconocidos.
Relato en la primera persona. Uso de formas verbales en pasado: ocupación de verbos en pasado.
Presencia de una mezcla de elementos históricos y ficcionales: mayoría de elementos ficticios.
Uso del lenguaje figurado: suele encontrarse ante una realidad desconocida
Uso del lenguaje científico. Marcas temporales y espaciales.
Formas del Discurso: descripciones y caracterizaciones de lo nuevo y lo desconocido.

Relato en primera persona de un emisor implicado en lo narrado.

Uso de formas verbales en pasado por lo general.

Uso del lenguaje científico en algunos casos.


El viaje mítico del Héroe: Es llamado a la aventura. Se niega a emprender el viaje. Se encuentra con un ayudante sobre natural.


Literatura de viajes

1 Literatura de viajes es una de las pocas redundancias felices. La lectura es peregrinación desde la letra inicial hasta la final, y la propia oración es travesía de la cual sale modificado, enaltecido o aniquilado el sujeto que la inicia. El lector cumple la paradoja perfecta del viajero inmóvil. Al igual que el trashumante, algo se modifica en él, y al final de su periplo deviene, como el viejo marino de Coleridge, un hombre más triste y más sabio. Viajamos para conocer el mundo; si somos afortunados apenas llegaremos a conocernos un poco más nosotros mismos.

2 Viaje, imagen de la vida, del crecimiento, de la transmutación. En la página en blanco y en el camino intentamos resolver las antinomias entre inmovilidad y cambio, conocido y desconocido, esclavitud y liberación, pertenencia y aislamiento, yo y otros, azar y necesidad, paraíso perdido y tierra prometida. Quien viaja rompe vínculos, se exilia. Ulises enfrenta cada día una muerte distinta, mientras Penélope viaja cada día del principio al fin de una tela siempre idéntica. No hay partida que no arroje duda sobre el regreso. Por lo mismo que ambiciona, el viajero renuncia.

Morir, dormir acaso, dice Hamlet. Partir, quizá soñar. Lo único que diferencia el viaje de la muerte es la posibilidad del retorno.
Pero aquél que partió ha muerto, así como aquello a lo que regresa.

3 Por real que sea un viaje, se lo emprende en alas de lo imaginario. Somos una especie trashumante: dedicamos nuestros primeros millones de años a la recolección, la caza, la pesca; sólo nuestro hermano Caín nos sembró en la tierra y nos convirtió en sedentarios y por tanto en soñadores. Así como los hombres se dividen entre aristotélicos o platónicos, también se separan entre estacionarios o errabundos. El ser no tiene otras raíces que las imaginarias. Por ello, las primeras errancias cuyo recuerdo se conserva son todas fantaseadas. Desde la Epopeya de Gil gamesh a la Odisea, desde el Éxodo al Viaje al Oriente, desde el Ramayana hasta el Mahabarata, desde los periplos de Simbad hasta las travesías de San Brandán, las traslaciones eran peregrinantes delirios cuya remotez posibilitaba tomarlos como fidedignos. Con el empequeñecimiento del mundo por la conquista o el comercio, el nuevo trashumante es a la vez viajero y autor y sus testimonios capitulan ante una que otra realidad. El Anábasis es casi verídico; el Millón de Marco Polo casi nunca, y sin embargo debemos a su ilusorio Catay la realidad de América y la circunnavegación del globo.

4 Todo viaje es un progreso que se desarrolla paralelamente en lo exterior y lo interior. La más perfecta forma de travesía es el viaje iniciático, que han cumplido millones hacia La Meca o Santiago de Compostela o Jerusalén o París, y que literariamente cumplen Mahoma a horcajadas de Borak, los protagonistas de la Divina Comedia, del Pilgrim’s Progress, de la Muerte de Arturo o de las Aventuras de Arthur Gordon Pym.

El Quijote que deserta de un lugar de la Mancha corta voluntariamente vínculos con la realidad, de la cual no quiere acordarse. En vano tropezará con ella a cada paso de Rocinante; el delirio transforma todo, salvo su lugar natal, al que regresará descalabrado como Alonso Quijano. Nadie es caballero andante en su tierra. Sólo la ajena comarca desata la lengua del memorialista o del profeta. Viaje que no culmina en una revelación es perdido.

5 Si todo lo perecedero es un símbolo, también lo será lo imperecedero. Podemos intentar una emblemática de los parajes por los cuales se traslada el vagamundo. Los mandalas son la escritura bidimensional de un modelo del universo en dimensiones infinitas. Las ruedas de la vida, el compendio de las incontables reencarnaciones. La catedral es una narrativa sólida que se recorre; no en balde su piso con tanta frecuencia reitera el tema del laberinto. Los jardines del Renacimiento, el parque de Bomarzo, son la escritura tridimensional de una narrativa hermética, la Hipnerotomaquia Poliphili, alegoría del amor profano escondida tras la búsqueda del amor divino que dará lugar, entre otras ramificaciones, a Romeo y Julieta y los luminosos jardines de Versalles.

6 Asimismo podemos traducir los accidentes geográficos de la literatura de viajes a significados alegóricos. Sabemos ya que el río es el tiempo; que remontarlo es la imposible vuelta al origen y descender por él la final fusión con la mar, que es morir, o el alma, por su profundidad impenetrable y sus incontrolables borrascas. El desierto es la ascesis; la montaña, la difícil ascensión hacia la pureza; la selva, la proliferación pecaminosa de la vida y sus asechanzas; el pantano, el vicio estancado y absorbente; el prado, el reposo amable. Las vastedades desiertas que estremecen al romántico o al naturalista son Dios, todavía libre de las falsedades que sobre él acumula la veneración de sus criaturas. No hay detalle topográfico que Freud no asimile a otro erótico.

Webfesora. Mónica Moreno Vivanco.



 

 
"La naturaleza quiere que la amistad sea auxiliadora de virtudes, mas no compañera de vicios."
 
 
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